Después de 8 años trabajando como contable en el sector público, rodeada de excels infinitos, balances interminables y normas que parecían escritas en otro idioma, decidí que ya era hora de un cambio. No me malinterpretes: las cuentas cuadraban, pero mi motivación no tanto. 🙃
Siempre me había atraído el diseño digital —esa mezcla entre lógica y creatividad que convierte una idea en una experiencia real—, así que me propuse dar el salto al mundo del UX/UI. Este proyecto de marca personal nació como mi carta de presentación: un espacio donde mostrar no solo lo que hago, sino también quién soy y hacia dónde quiero ir.
Aquí cuento cómo transformé mi portafolio en algo más que una web: en una declaración de intenciones. Porque sí, dejé atrás el mundo gris de la contabilidad para dedicarme a diseñar productos digitales que sean útiles, bonitos y (ojalá) un poco menos aburridos. 🌈
DURACIÓN: 8 MESES | ROL: DISEÑADORA | HERRAMIENTAS: FIGMA, ELEMENTOR, CANVA
No todo en la vida puede ser improvisar colores según el humor del día, así que decidí crear un sistema de diseño para mi marca personal. Una especie de “caja de herramientas” visual que me ayuda a mantener coherencia y orden! 🎨
Tras 8 años entre balances y softwares muy poco intuitivos, me dí cuenta que los números cuadraban… pero yo no. El sector público me dio estabilidad, sí, pero cero espacio para la creatividad. Lo mío no eran los números: lo mío era diseñar experiencias digitales útiles, bonitas y mucho menos aburridas que una hoja de Excel.
Básicamente, deseaba pasar de:
EXCEL DRAMA
a
FIGMA FLOW
Investigando sobre UX/UI descubrí que era el camino que tenía sentido: siempre he sido una persona creativa, con facilidad para moverme en el entorno digital y con curiosidad por entender cómo piensan y sienten los usuarios.
El diseño de experiencia de usuario resultó ser el equilibrio perfecto: une la estética con la funcionalidad, la investigación de usuarios y, además, el trabajo en equipo. Justo la mezcla que me motiva y en la que siento que puedo aportar valor. ✌🏼
Así que me puse manos a la obra: si quería dejar atrás las hojas de Excel, necesitaba algo más que buena voluntad, así que empecé la formación en serio. Primero hice un curso bastante extenso de UX/UI que me dio una visión global de todo el proceso de diseño. Después lo completé con píldoras más específicas:
🎓 Curso extenso de UX/UI → la base teórica y práctica para entender todo el proceso de diseño.
🎨 Cursos de herramientas → Figma, Sketch y otros básicos para moverme con soltura en el entorno digital.
💻 Curso de desarrollo Front-End → porque ver cómo el diseño se convierte en código es casi magia (y porque quería entender mejor lo que pasa behind the scenes).
🌐 WordPress + Elementor → construí mi portfolio desde cero, aplicando todo lo aprendido y peleándome un poco con widgets y CSS en el camino.
Mientras me formaba (y después), fui construyendo mi web y creando proyectos “inventados” que me han servido como campo de pruebas para mejorar mis diseños y prototipos. Así nacieron EatWell, PetNanny y TravelMate, tres ejercicios con los que he podido experimentar y aplicar lo aprendido tanto en UX/UI como en la creación de la propia web. La idea es que este portfolio siga creciendo y que, a medida que avance mi camino, pueda ir sumando proyectos reales. 🚀
¡Este es solo el comienzo! Mi portfolio seguirá creciendo con nuevos proyectos a medida que avance en mi carrera como diseñadora UX/UI.
¿Hablamos?